3 huevos; 300 gramos de harina y media cucharadita de levadura química; tres cucharadas de aceite de oliva virgen; ralladura de medio limón; 300 ml de agua y 150 de leche entera; tres cucharadas de azúcar; y un poquito de sal, además de aceite abundante para freírlos, tienen que nadar en él.
En un cazo se pone al fuego la leche, la ralladura de limón, el agua, el aceite, el sal, y el azúcar. En cuanto empiece a hervir retiramos y añadimos la harina de un golpe y removemos bien con una cuchara de madera hasta conseguir una masa homogénea y sin grumos.
Entonces se separa del fuego y se van añadiendo los huevos uno a uno- No se debe introducir otro hasta que el anterior no esté bien absorbido por la masa.
A continuación se van cogiendo pequeñas cantidades de esta masa y con dos cucharitas se les va dando forma y se van friendo en el aceite.
Se van echando una vez fritos en un plato y se espolvorean con azúcar mezclada con canela en polvo.
El aceite no debe estar muy caliente, sino se quemaran por fuera y por dentro la masa quedará cruda, además no crecerán.
Ni muy templado tampoco, se irán al fondo de la sartén y hay que procurar que se mantengan a flote.
El relleno puede ser muy variado, crema, nata, cabello de ángel, chocolate.
Yo los rellené de crema pastelera.