Dos huevos grandes y una clara; 1/2 vaso de leche entera; 50 gramos de mantequilla; dos cucharadas de azúcar; una cucharada de anís corriente; cuatro cucharadas de agua; 150 gramos de harina; azúcar glas; aceite para freír y una pizca de sal.
Se pone un cazo al fuego con la leche, el agua, la mantequilla, el anís, el azúcar y la sal.
Cuando empiece a hervir, se añade la harina, revolviéndola con una cuchara de madera hasta conseguir una masa fina sin grumos.
Se separa del fuego agregando después los huevos uno a uno. A continuación, se forman con la masa unas bolas con dos cucharitas y se fríen en abundante aceite. Yo usé de girasol y quedan estupendamente. El aceite no debe estar demasiado caliente para que se hagan bien por dentro.
Cuando estén dorados se sacan a una fuente y se espolvorean con azúcar y canela. O se rellenan de lo que mas guste, crema pastelera, cabello de ángel, mermelada, salsa de chocolate, todos estos rellenos están en este blog.
Para rellenar se corta un poco del buñuelo, y con una manga pastelera se van rellenando.
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