1 kilo de fresones; pasta de hojaldre; tres huevos; un cuarto de litro de leche; una cucharada de harina; azúcar; cascara de limón; azúcar avainillado; canela en rama
Los fresones se limpian y se rocían con el zumo de un limón y 6 cucharadas de azúcar y se dejan macerar unas dos horas.
Se forra un molde untado de mantequilla con la masa del hojaldre, estirada con el rodillo y de un centímetro de espesor. Se pincha la base con un tenedor, para que no se hinche y se cubre toda la base con garbanzos crudos. Se mete en el horno hasta que esté dorada, Se desmolda y se reserva.
Con 250 gramos de fresones y 200 de azúcar se hace una mermelada y se pasa por la batidora para que quede muy fino y se reserva.
La leche se pone en un cazo a hervir con un trozo de canela en rama.
En un cuenco se echan un huevo entero y dos yemas, se añaden tres cucharadas de azúcar y se bate muy bien hasta que esté todo muy bien mezclado, se añade entonces una cucharada de harina y se sigue mezclando. Se añade la leche hirviendo y se revuelve bien todo, se pone a hervir y cuando la crema se despegue del cazo se añade un pizca de la vainilla. Se reserva.
En un recipiente se echa un vaso de agua y otro vaso de azúcar, con un trocito de cascara de limón y un chorrito de coñac. Cuando lleve un rato hirviendo se van introduciendo los fresones y se hierven unos segundo, se van sacando y reservando.
La masa cocida se pone en una fuente y se cubre el fondo con la mermelada de fresa. Encima se pone otra capa de la crema pastelera, y encima de ésta se van poniendo los fresones hasta que quede toda cubierta.
Con un poco de la mermelada sobrante y aclarada con un poco del almíbar de cocer los fresones, se pintan con una brocha todos los fresones y la tarta para darles brillo.
Se hace un merengue con las dos claras sobrantes y dos cucharadas de azúcar y se adorna la tarta al gusto.
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