En un cazo se pone medio litro de vino blanco con 300 gramos de azúcar a calentar, no tiene que hervir, cuando esté a punto se retira. Se van remojando rebanadas de pan, se pasan por huevo batido y se fríen en abundante aceite. Según vayan saliendo de la sartén se les echa un poco del vino sobrante por encima y se espolvorean con azúcar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario